Cielo estrellado, cielo azul, cielo quebrado, luna que ilumina mi mundo donde se quedó mi corazón destrozado, mi hígado lleno de hiel, mis entrañas agujereadas y mis pulmones llenos de sangre, de tu sangre de la cual me alimenté, y desvié para respirar… para vivir.
Mis nostalgias a veces llegan a extrañar aquellos lejanos campos donde una lluvia plateada refrescaba la hierba que me servía como el regazo de lo natural.
tu sonrisa de cielo naranja, la brisa tibia de tus besos, el relajante sonido de tu voz, el abrigo natural de tu piel suave y el verde dorado de tus mirada me llevan a la libertad, abro mis alas al viento y me dejo llevar por los floridos terrenos de tu apasionado amor.
Las cálidas gotas acariciaban la alfombra verde manzana de mi jardín y un duende juguetón buscaba su tesoro, ahora siento que las sensibles caricias de seda vuelan hacia mi corazón y mi mente.
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