Espectacularmente onírico
Metallica destrozó mis sentidos con sus ráfagas de guerra deslizadas en notas musicales con tal energía que jamás olvidaré.
Desde hace un tiempo que Lima es visitada por artistas musicales de todo tipo, aterrizando: R.E.M., Roger Waters, Iron Maiden, Kiss, Oasis, Depeche Mode, Pet Shop Boys, etc.. A su vez se voceaba la llegada de AC/DC, Paul McCartney y Metallica, cuando lo supe juré ir.
Martes 19 de enero 2010, se iniciaba en Lima el “World Death Magnetic Tour” de Metallica. Fui sola al concierto que tanto había esperado. Llegué a las 7 de la noche, sabiendo que la gente había acampado dos días antes, a los alrededores del estadio de la universidad Mayor de San Marcos, uniéndome a la masa de personas que iban a un solo destino por esa noche de luna sonriente. Hasta ese momento todavía no digería lo que pasaría, a pesar de haberlo imaginado en innumerables ocasiones, Era otra dimensión, caminar en fila hacía no sabes donde exactamente, debido a la cantidad de personas que tampoco sabían por donde era el ingreso; mientras te ofrecían cervezas bien frías y cigarros, aparte del infaltable merchandising, que no son más que variados productos con el nombre de Metallica.
Ya en la puerta de ingreso pasé tres controles, siendo el último la respectiva revisión en manos de una fémina, en esos momentos no me importaba si alguien extraño me tocaba, con tal de ver el escenario de una vez, la ansiedad aumentaba, recuerdo que mi cabeza entró primero que el resto de mi cuerpo.
Dispuesta a buscar la vista perfecta en la tribuna A: “está ocupado”, “No, está ocupado”, pero la dicha es grande cuando encuentras el lugar exacto esperándote. Podía verlo todo, tan lleno y oscuro, dos pantallas en cada extremo del escenario, esperé metódicamente dos horas y media, era poco después de haber contado miles de horas.
Necropsia fue el grupo telonero, presentando 5 temas, cuyo sonido, como era lógico, no logró envolverme. Unos momentos después la prueba de sonido hacía delirar al público dentro de una espera desesperada. Mientras tanto el negocio estaba en las tribunas, ya que habían prohibido el paso de botellas refrescantes antes de ingresar, pues adentro las cervezas y algo de comer estaban a precios bastante elevados y la gente tenía sed y hambre. Recuerdo a una mujer que minutos antes vendía maní confitado y habitas, luego había camuflado graciosamente unas botellitas de ron en papel de seda ofreciéndolo a veinte nuevos soles. Sigo esperando.
Una enorme pantalla LED se abría ante los ojos de más de 50 mil personas, realmente extasiados y “Los cuatro jinetes del Apocalipsis” iniciaban el concierto con el Intro de ECSTASY OF GOLD, seguido de CREEPING DEATH y FOR WHOM THE BELL TOLLS, causando una verdadera explosión en todos las masas cerebrales de todos los espectadores, incluyendo el mío y donde recién pude sacar mis demonios y los ajenos, era la que jugaba en el infierno con la energía sin igual de Metallica.
A la par de la enorme pantalla, que no perdía ningún movimiento de estos grandes, había dos pantallas laterales de menor tamaño, efectos de pirotécnica y luces que iluminaban estratégicamente el escenario según el ritmo de los temas; unas setenta toneladas en equipo que realmente cubrió mis expectativas, el sonido ahora sí logró envolverme y arrancarme del piso, parecía que podía pasar por sobre toda esa alfombra de gente apretada en el piso y llegar junto a James Hetfield (voz y segunda guitarra) , Lars Ulrich (batería) , Robert Trujillo (Bajo), y Kirk Hammet (primera guitarra)
¡Hola Perú¡ ¡¿Cómo estás Lima?¡ ¡Vamos a pasarla mostro¡ ¡Lima, ¿ Están listos?¡
¡Lima ustedes la rompen¡ ¡Metallica ama ..Lima¡ , así tal cual en español, fueron algunas de las frases inolvidables que James pronunció siendo respondidas por desfallecientes y estruendosos gritos que se oían al unísono. Hubo también sus temas suaves, para equilibrar nuestra alma, como NOTHING ELSE MATTERS o FADE TO BLACK.
Metallica se tragó de un bocado al público peruano, supieron hacer la noche perfecta tocando temas de su nueva producción “Death Magnetic” y las anteriores, intercalando e interactuando, para terminar de destrozar mi ensangrentada garganta con temas como MASTERS OF PUPPETS, BATTERY, ENTER SANDMAN y SEEK AND DESTROIT. No puedo negar que lloré con la emoción incomparable que tenía dentro de mí, fue orgásmico, si fuese hombre me hubiera quedado sin ningún espermatozoide.
Metallica fue más de lo que esperaba, vuelven a su esencia, se puede observar que son magníficos músicos y compositores; como primer concierto en mi vida, y por cierto será el único, Metallica ha sido trascendental porque después de contemplar esto NO EXISTE MÁS.
