Y pensé en ti
Llegó el final del estío
y pensé en ti
Ahora las hojas tornasol recorren con el viento
los caminos donde dejaste huella
Y pensé en ti
Hay buenos recuerdos de los que arrancan sonrisas y humedecen los ojos
Y pensé en ti
La vida es una gran broma
Lágrima que cae del rostro del payaso tatuado en mi espalda
El tiempo siempre ayuda a levantarse de esa masa oscuridad
Y pensé en tí

la vida continúa

Me agarraba a patadas.
Así aprendí a leer. Escondido y aterrado con los ojos que ardían con tantas lágrimas saladas, repitiendo el alfabeto de memoria mientras un palo de escoba se metía debajo de la cama con furia incesante. ¿Ahora estás más tranquila? ¿Me odias menos por haber matado a esas mujeres? ¿Por qué me miras así? Tienes el poder de acabar con mi vida, mejor ahora, total igual me condenaron a la pena de muerte, y eso será ejecutada en tres días. Horas antes ¿cuál es la diferencia?
“Dra. Torres la solicita el comité de médicos”, “Dra. Torres la solicita el comité de médicos” la doctora llevó consigo unos estudios generales recién practicados al hombre que le hizo tantas cuestiones.
– Enfermera llévese con cuidado al paciente a la sala de recuperación – En el pasillo había mucha gente, algunos con cara de preocupación y tristeza en el alma, la enfermera trasladaba a Sergio Jiménez, quien causó la muerte a tres mujeres golpeándolas con un martillo partiéndoles los cráneos, él también se golpeó contra la pared cuando éstas intentaron defenderse.
La voz tranquila de un niño rompió ese instante - Hola ¿tú por qué estás aquí? – Me operaron la cabeza a causa de un edema cerebral producto de un golpe- Sergio miró al niño y sonrió cariñosamente - ¿y tú por que estás aquí? – “Mi hígado y mi intestino no funcionan, sólo estoy esperando una donación de órganos”. La mirada de Sergio se perdió en los del niño y pasó por su mente la idea de continuar con la vida.
En la sala de recuperación Sergio le pregunta a la Dra. Torres si puede ser posible que los órganos de un adulto pueden ser compatibles con los de un niño, recibiendo como respuesta la posibilidad de ser así. La doctora reacciona rápidamente mirando al hombre con frialdad – No puedo hacer nada, usted saldrá de aquí y cumplirá su condena y con la ley impuesta; pero como su doctora tengo que decirle que usted tiene una herida algo expuesta y muy delicada en el cráneo, por lo que debe tener mucho cuidado de no golpearla, de lo contrario causará una hemorragia y muerte cerebral. ¿entendió lo que le dije?
El silencio de la habitación y la tranquilidad de la soledad fueron acompañantes perfectos para los golpes secos contra la baranda de fierro de la cama que se teñía de sangre.

Tu figura color canela sobre un pedestal de cristal que reflejaba diáfano tu corazón de grana …y te caíste . Hacíamos el amor bajo la luna y con el sol, conversábamos desnudos y soñábamos despiertos, jugaba con tu cabello enmarañado y con tu cuerpo con aroma silvestre…y te caíste.

Nos perdemos en algún lugar del tiempo
¿hubieron suficientes palabras?
¿el silencio es pecado de omisión?
Mi ser estalló y la sangre pintó tu indiferencia

Los sueños e ilusiones de cada habitante en las antípodas universales del espacio de la materia y del espíritu tienen la fluidez del río, la fuerza de la tormenta y el color de la esperanza.

Las fantasías son el ingrediente necesario para intervenir el cerebro con la misma pasión que el sol ahoga su ardiente ser en el mar, que lo espera ansioso todos los días para hacer de sus noches una realidad.

EL REGRESO A LIMA

Antes del inminente regreso a la ciudad color panza de burro, pasamos por la ciudad de Concepción, lugar que tiene una virgen reconocida y las personas devotas de ella le hacen fiesta en el mes de diciembre en el lugar donde se encuentren. La plaza central de estructura clásica con la municipalidad, el infaltable comercio y su blanca iglesia con su sello característico. Un detalle que se puede apreciar en una de las imágenes, que dicho sea de paso lo pudimos apreciar mucho después, donde están unos monumentos levantados en homenaje a los héroes de la batalla de concepción, se puede observar a lo lejos la virgen sobre el cerro, una escultura de enorme tamaño, más o menos una media hora para llegar hasta arriba, para hacerse una idea es como el cristo de Corcovado en Brasil.

No había mejor idea que regresar de día, así podíamos apreciar el panorama que la noche nos ocultó al llegar a Jauja. Unos lagos naturales y otros lamentablemente eran pozos de oxidación, sobre todo cuando estás por llegar a la Oroya y Sta Rosa de Sacco. El río nos acompañó largo trecho, los pastizales siendo devorados por los ganados ovinos y vacunos, algún burro terco sin querer moverse, el estadio deportivo de Jauja, un aeródromo, imagino yo que hacen ruta más a la selva, las rieles de un tren que no había, los puentes y las curvas de las carreteras, otra vez la lluvia que hacía desacelerar al vehículo y a su vez hacía la oscuridad mas extensa en los túneles. Tres películas aburridísimas que pasaron sin gloria, mi mejor película era real de la mano de Rafael la cuidad iba apareciendo y la noche fría se apoderó del Lima, pero la lluvia fue nuestra amiga durante el viaje hasta nuestro hogar.

Al convento de Ocopa

La lluvia no cesaba lo que hacía del camino un recorrido imborrable. Llegamos al convento de Ocopa, fuimos recibidos por un reconfortante silencio y escoltados por unos jardines a los costados. Este convento está ubicado a unos 3350 metros sobre el nivel del mar, fue fundado en 1725 por el padre Francisco de San José como convento misionero para evangelizar los pueblos nativos de la selva. En la actualidad es un importante centro religioso, cultural y turístico en el valle del Mantaro.

Ocopa tiene valiosas obras artísticas, altares barrocos hechos en alto relieve en piedra de Huamanga, colecciones de pinturas coloniales en magnífica conservación, su famosa biblioteca con más de 30000 volúmenes, un museo de historia natural y más.

Mientras esperábamos el turno para la visita guiada, recorrimos el cementerio público, cuyo residente más antiguo data del año 1853 y otra cosa curiosa es el más joven, que murió cuando tenía solo 12 años de edad. La lluvia ya no caía, pero quedaban rezagos en los filos de los techos, que caían gota a gota; residuos de agua en el suelo, el tímido sol asomaba por la tarde, algo pálido; las urnas de color blanco amarillento con sus frentes escritos con fechas y nombres daban un ambiente exquisitamente fúnebre.
Prohibido fumar y tomar fotos, fue la primera indicación de la guía. El convento está compuesto de varias áreas a visitar, entre ellas los claustros de los franciscanos, cuyo centro era un patio con un árbol de olivo con cien años de vida, uno de los claustros que me llamó la atención fue uno el comedor de los fra¡les decorado con un mural misionero artístico, que cubre las cuatro paredes y el techo, muy estimulante y colorido de estilo selvático diseñado por Josué Sánchez, un pintor huancaíno, narrándonos la historia de Ocopa y la vida de los frailes en la selva. La pinacoteca del convento es del siglo XVIII y IXX de las escuelas cuzqueña y cajamarquina, lienzos de grandes dimensiones, todas de inspiración religiosa. Puedo respirar el arte colonial.
Copias idénticas de pintores como Giotto, Velásquez y Murillo y acuarelas que expresaban el sentir de su autor el padre Lorenzo Pelosi , gran artista de estas obras.
Mi ser ya estaba bastante emocionado con esta experiencia, ¿Qué iba a suceder cuando ingresara a la biblioteca? Los volúmenes ubicados de tal forma que al entrar uno se sentía tan pequeño ante tanto conocimiento, observar los llamados “incunables”, que son libros originales que datan su impresión desde que existe la imprenta, descubrir libros de pintura japonesa y china, es una lástima no poder tomar fotos. Un dato importante es que puedes solicitar permiso para sacar cualquier libro y leer in situ. Ahora podía oler la historia.

El museo de arte natural, causó en mí sentimientos encontrados. Uno, el hecho de ver aquellos animales disecados con la mirada en la nada me fastidiaba, pero el saber que es una forma de mostrar la naturaleza, es aportar con la historia de un lugar: lagarto de seis metros de largo, venados rojos, paiches enormes, monos de todo tipo, insectos, mariposas que jamás en mi vida había visto, etc.

Como parte de la visita se muestra la construcción del primer convento de Ocopa conservado tal como lo edificara su fundador en el siglo, realmente se observa con el diseño, que los frailes tenían una vida rigurosa y austera. Antes de salir, si quieres puedes tocar una campana, se dice que al hacerlo pides un deseo con mucha fe y éste se cumplirá. Tammm, tammm, tammm.

Al frente el sol tibio de la tarde hacía sombras verticales con los árboles, la sensación de paz, el haberse alimentado de historia y arte; eran el complemento perfecto. Abandonábamos el convento….satisfechos.

Datos adicionales:
La entrada al museo es de cinco nuevos soles, se atiende todos los días, menos los martes, de 9 a 1pm. Y de 3 a 5pm., lleven cuaderno, lápiz o lapicero para anotar datos.