Prosiguiendo la ruta, nos dirigimos a Ingenio, donde su mayor atractivo es el centro piscícola donde se crían truchas, así como también su gastronomía típica. Las truchas son seleccionadas desde su procreación, las dividen y ubican en sus respectivos lotes o piscinas por así decirlo, siendo estrictamente observadas y cuidadas por especialistas mejorando la calidad de su producción.
El trayecto encantador. Se nos unía unas gotas gruesas que caían del cielo, la vista bucólica, que jamás olvidaré, fue nuestro escenario. La lluvia se hacía mas profusa y disfruto de ella, pero debo confesar que no estaba preparada con la vestimenta ideal, paraguas incluido, pero aún así, esto no iba ser impedimento para disfrutar y sentirme en contacto directo con la naturaleza. “Aló mami, ¿escuchas?... es el sonido de un riachuelo y la lluvia en Ingenio.”
Puedo recordar y sentir hasta ahora la frescura, mas bien fría, mi ropa y cabellos mojados, los abrazos cálidos de Rafo, el sonido que producen las gotas al caer sobre los árboles; creía ser protagonista de una película romántica, incluso al salir fuimos acosados por lugareños ofreciendo un magistral almuerzo, te muestran fotos de sus restaurantes y sus platos típicos, donde la vedette principal es la trucha en sus diversas presentaciones. “ Mira esta cabaña amor, con cascada y jardines, esta es la elegida”. Es interesante ver como promueven y ofrecen sus servicios, hasta nos llevaron en auto, como cortesía, dejándonos en la puerta del restaurante. Al llegar, un pato macho, blanco y muy orondo nos daba la bienvenida “Hola amigo, tú debes ser parte del ambiente” y no me equivoqué, porque mientras esperábamos el plato escogido, nuestro nuevo amigo, el pato macho, jalándonos la ropa y graznando pedía canchita de maíz serrano y queso, lindo patito. Luego de saborear exquisitamente nuestro almuerzo, apetecía acompañar la sobremesa con algo caliente, que mejor que probar una infusión de cedrón natural, además nos sirvió para combatir el frío impregnado en nuestros cuerpos. A pesar de la temporada de lluvias los turistas no dejan de visitar tan emblemático lugar. ¡ah¡ antes de retirarnos, observé como el pato macho seguía recibiendo a más personas. “hasta la vista amigo, hasta pronto Ingenio y muchas gracias”
El trayecto encantador. Se nos unía unas gotas gruesas que caían del cielo, la vista bucólica, que jamás olvidaré, fue nuestro escenario. La lluvia se hacía mas profusa y disfruto de ella, pero debo confesar que no estaba preparada con la vestimenta ideal, paraguas incluido, pero aún así, esto no iba ser impedimento para disfrutar y sentirme en contacto directo con la naturaleza. “Aló mami, ¿escuchas?... es el sonido de un riachuelo y la lluvia en Ingenio.”
Puedo recordar y sentir hasta ahora la frescura, mas bien fría, mi ropa y cabellos mojados, los abrazos cálidos de Rafo, el sonido que producen las gotas al caer sobre los árboles; creía ser protagonista de una película romántica, incluso al salir fuimos acosados por lugareños ofreciendo un magistral almuerzo, te muestran fotos de sus restaurantes y sus platos típicos, donde la vedette principal es la trucha en sus diversas presentaciones. “ Mira esta cabaña amor, con cascada y jardines, esta es la elegida”. Es interesante ver como promueven y ofrecen sus servicios, hasta nos llevaron en auto, como cortesía, dejándonos en la puerta del restaurante. Al llegar, un pato macho, blanco y muy orondo nos daba la bienvenida “Hola amigo, tú debes ser parte del ambiente” y no me equivoqué, porque mientras esperábamos el plato escogido, nuestro nuevo amigo, el pato macho, jalándonos la ropa y graznando pedía canchita de maíz serrano y queso, lindo patito. Luego de saborear exquisitamente nuestro almuerzo, apetecía acompañar la sobremesa con algo caliente, que mejor que probar una infusión de cedrón natural, además nos sirvió para combatir el frío impregnado en nuestros cuerpos. A pesar de la temporada de lluvias los turistas no dejan de visitar tan emblemático lugar. ¡ah¡ antes de retirarnos, observé como el pato macho seguía recibiendo a más personas. “hasta la vista amigo, hasta pronto Ingenio y muchas gracias”