Sábado, 21 de febrero 2009
7:00 am. - plaza central de Jauja
Encontramos la primera señal de bienvenida, un amable jaujino, mototaxista, que además de asesorarnos de cómo movilizarnos a los lugares que queríamos conocer, nos recomendó un hospedaje comodísimo, limpio y de precio accesible. Dejamos las mochilas y duchazo renovador y rumbo a nuestro siguiente destino.
Las calles desiertas permitían disfrutar de la arquitectura del lugar.
Jauja es una ciudad considerada como la primera capital histórica del Perú, además de hospitalidad, belleza, historia y sus famosas leyendas.
Nuestro próximo punto era conocer la Laguna de Paca, ubicada a cuatro km. Al nor-este del valle de jauja, al pie de la silueta del indio dormido. Verla aparecer es un deleite visual, con una extensión de dos km. De ancho por cuatro de largo, su profundidad varía entre dos metros en las orillas hasta cuarenta metros en algunas zonas. Su contorno se encuentra adornada con verde totora de diferentes tamaños, que sirve como morada a la fauna lugareña. En esta laguna encontramos pintorescos restaurantes, hoteles y pequeñas embarcaciones de alquiler. Sus aguas azules como espejo del cielo estuvieron a merced de mis sentidos, el sonido del agua causada por los remos, no se una motores por cuestiones ambientales, provocó que la tocara fría y misteriosa. A respetable distancia patos avanzaban en grupos hacia nosotros recibiéndonos en la llamada Isla del Amor, denominada así porque siempre la visitan parejas de enamorados que al jurarse amor eterno, no solo llegaron al altar, sino que también tendrán felicidad eterna. Así es que ni cortos, ni perezosos, ni necesitados pisamos la isla de textura blanda, hecha de totorales compactos, todo natural.”no podemos obviar ninguna experiencia, guardando el momento en la mente y en la piel”.
De regreso a la orilla nuestro guía nos contó la leyenda de la laguna de Paca:
Se dice que en tiempos inmemoriables esta laguna era una ciudad habitada por gente de opulencia económica, donde organizaban grandes fiestas y relajo moral. Al conocer esto, el dios Con Ticsi Viracocha haciéndose pasar por mendigo recorrió el lugar pidiendo limosna, pero nadie le dio nada, hasta que una familia lo acogió, el mendigo agradecido antes de irse les dijo: caminen en dirección del sol, no volteen cuando escuchen los sonidos de la tinya (tambor), si lo hacen serán castigados. Al poco tiempo la tinya empezó a sonar y sus ecos retumbaban en los cerros. La familia avanzaba a pasos acelerados, pero la esposa curiosa volvió el rostro y vio que de la tinya emanaba grandes chorros de agua, inmediatamente ella y su pequeña hija se convirtieron en piedra en las alturas del cerro Paca Pacca y todo el pueblo se inundó. Paca en el dialecto xauxa-quechua significa ciudad oculta.
Cuando se visita un lugar se degusta de su gastronomía “a ver…¿qué desayunaremos? mmmmm, trucha. Mientras saboreamos del exquisito pescado de textura suave y rosado color acompañado de papas doradas; disfrutamos también del monumental paisaje y del silencio. Haciendo sobremesa con mate de coca, comentamos otras cosas que se creen desde tiempos antiguos acerca de la laguna: “está encantada”. Se dice que una campana de oro, a las doce de la noche, cuando la luna presenta su faz completa, tañe con sonido lastimero; se aconseja no detenerse a escucharla porque puedes convertirte en piedra, morir de mala suerte o ser atraído por el sonido y sumergido en las aguas de la laguna y no regresar jamás.
Yo conocía más o menos que, así como existe la silueta de una mujer en los cerros de Tingo María, en los alrededores de la laguna se puede ver la silueta de un indio dormido, recorrí con la mirada y señalé con el dedo las líneas rocosas donde se mostraba un hombre en posición de cúbito dorsal o echado mirando hacía arriba “mira Rafo, se nota nítidamente su rostro, sus ojos, nariz, boca, luego el cuello, el pecho, el brazo….¿ves? – “es el soldado vigilante que protege la laguna, esperando por siglos algún despertar” nos dijo el mozo que nos atendía, muy amablemente.
7:00 am. - plaza central de Jauja
Encontramos la primera señal de bienvenida, un amable jaujino, mototaxista, que además de asesorarnos de cómo movilizarnos a los lugares que queríamos conocer, nos recomendó un hospedaje comodísimo, limpio y de precio accesible. Dejamos las mochilas y duchazo renovador y rumbo a nuestro siguiente destino.
Las calles desiertas permitían disfrutar de la arquitectura del lugar.
Jauja es una ciudad considerada como la primera capital histórica del Perú, además de hospitalidad, belleza, historia y sus famosas leyendas.
Nuestro próximo punto era conocer la Laguna de Paca, ubicada a cuatro km. Al nor-este del valle de jauja, al pie de la silueta del indio dormido. Verla aparecer es un deleite visual, con una extensión de dos km. De ancho por cuatro de largo, su profundidad varía entre dos metros en las orillas hasta cuarenta metros en algunas zonas. Su contorno se encuentra adornada con verde totora de diferentes tamaños, que sirve como morada a la fauna lugareña. En esta laguna encontramos pintorescos restaurantes, hoteles y pequeñas embarcaciones de alquiler. Sus aguas azules como espejo del cielo estuvieron a merced de mis sentidos, el sonido del agua causada por los remos, no se una motores por cuestiones ambientales, provocó que la tocara fría y misteriosa. A respetable distancia patos avanzaban en grupos hacia nosotros recibiéndonos en la llamada Isla del Amor, denominada así porque siempre la visitan parejas de enamorados que al jurarse amor eterno, no solo llegaron al altar, sino que también tendrán felicidad eterna. Así es que ni cortos, ni perezosos, ni necesitados pisamos la isla de textura blanda, hecha de totorales compactos, todo natural.”no podemos obviar ninguna experiencia, guardando el momento en la mente y en la piel”.
De regreso a la orilla nuestro guía nos contó la leyenda de la laguna de Paca:
Se dice que en tiempos inmemoriables esta laguna era una ciudad habitada por gente de opulencia económica, donde organizaban grandes fiestas y relajo moral. Al conocer esto, el dios Con Ticsi Viracocha haciéndose pasar por mendigo recorrió el lugar pidiendo limosna, pero nadie le dio nada, hasta que una familia lo acogió, el mendigo agradecido antes de irse les dijo: caminen en dirección del sol, no volteen cuando escuchen los sonidos de la tinya (tambor), si lo hacen serán castigados. Al poco tiempo la tinya empezó a sonar y sus ecos retumbaban en los cerros. La familia avanzaba a pasos acelerados, pero la esposa curiosa volvió el rostro y vio que de la tinya emanaba grandes chorros de agua, inmediatamente ella y su pequeña hija se convirtieron en piedra en las alturas del cerro Paca Pacca y todo el pueblo se inundó. Paca en el dialecto xauxa-quechua significa ciudad oculta.
Cuando se visita un lugar se degusta de su gastronomía “a ver…¿qué desayunaremos? mmmmm, trucha. Mientras saboreamos del exquisito pescado de textura suave y rosado color acompañado de papas doradas; disfrutamos también del monumental paisaje y del silencio. Haciendo sobremesa con mate de coca, comentamos otras cosas que se creen desde tiempos antiguos acerca de la laguna: “está encantada”. Se dice que una campana de oro, a las doce de la noche, cuando la luna presenta su faz completa, tañe con sonido lastimero; se aconseja no detenerse a escucharla porque puedes convertirte en piedra, morir de mala suerte o ser atraído por el sonido y sumergido en las aguas de la laguna y no regresar jamás.
Yo conocía más o menos que, así como existe la silueta de una mujer en los cerros de Tingo María, en los alrededores de la laguna se puede ver la silueta de un indio dormido, recorrí con la mirada y señalé con el dedo las líneas rocosas donde se mostraba un hombre en posición de cúbito dorsal o echado mirando hacía arriba “mira Rafo, se nota nítidamente su rostro, sus ojos, nariz, boca, luego el cuello, el pecho, el brazo….¿ves? – “es el soldado vigilante que protege la laguna, esperando por siglos algún despertar” nos dijo el mozo que nos atendía, muy amablemente.
pintorescos restaurates, hoteles y pequeñas ...
Isla del amor, denominada así porque siempre es visitada por las parajeas de enamorados...
verla aparacer es un deleite visual
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