Ribeyro siempre estuvo por encima del grupo de escritores que querian vivir en la fantasía del nirvana de la literatura, se dice que él consideraba al éxito como una tentación al fracaso. Imagino a Ribeyro, hombre taciturno y cigarrillo humeante en boca silenciosa pero con la palabra expuesta en su piel, en su mente y puedo tocarla y sentirla. Frente a la máquina de escribir donde materializa sus cuentos y novelas o soportando enseñarme a jugar ajedrez con el cenicero lleno de colillas que reflejan ansiedad por su pésima alumna. Prefiero conversar con él compartiendo un momento de café oloroso, caliente.
Este transe mental puede realizarlo cualquiera y mejor observando sus primeras ediciones de cuentos, novelas y teatro, su vieja máquina de escribir y su tablero d
e ajedrez, además de un video documental, fotografías y hasta un retrato del pintor Enrique Polanco. Esta gran muestra imperdible está hasta el 24 de setiembre de este año, en el centro cultural Inca Garcilazo de la cancillería en Jr. Ucayali 391 Lima. Tambien es una forma de celebrar sus 80 años que los cumplió el 31 de Agosto, porque él existe.
e ajedrez, además de un video documental, fotografías y hasta un retrato del pintor Enrique Polanco. Esta gran muestra imperdible está hasta el 24 de setiembre de este año, en el centro cultural Inca Garcilazo de la cancillería en Jr. Ucayali 391 Lima. Tambien es una forma de celebrar sus 80 años que los cumplió el 31 de Agosto, porque él existe.Ribeyro siempre Ribeyro.
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